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CAFÉ DEL ESCRITOR: IDEAS, PASATIEMPOS, MARKETING Y RECURSOS PARA ESCRITORES

El Cabaret del Infierno

Hace tiempo, una amiga me envió un enlace con varias fotografías de L’Enfer Cabaret. Fue amor a primera vista. Me quedé  fascinada por la arquitectura y el diseño de aquel lugar. Y es que siempre me han atraído cosas que otros considerarían extrañas.

Recuerdo que tuve que esperar un buen rato hasta que mis neuronas exaltadas dejaron de gritar “¡yo quiero ir! ¡yo quiero ir!“. Fue entonces cuando me entretuve buscando más fotos e indagando un poco sobre este curioso cabaret. Tampoco es que haya mucho que contar, y hay ciertas historias que son más atractivas de viva voz y a la lumbre del fuego, pero de todos modos,  el cabaret del infierno ya forma parte de mi topografía de ensueño y, sea por eso o por cualquier otro motivo, me apetecía compartirlo en el blog.

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A finales del s. XIX,  la moderna ciudad de París marcaba muchas de las tendencias del momento y una de ellas era el interés por los sobrenatural y el ocultismo. Las ciencias esotéricas estaban en auge, sobre todo entre los miembros de las clases altas, gracias a los trabajos de autores como Papus o Eliphas Lévi. Así que se establecieron en la capital francesa varios cabarets en los que se representaban espectáculos relacionados con la muerte, el espiritismo y lo macabro.

 Enfer Cabaret

El primer cabaret macabro en abrir sus puertas y también el más famoso de todos fue el Cabaret du Néant, que en castellano vendría a ser el “cabaret de la nada”. Inaugurado en 1892 por Dorville, estaba situado en el nº 34 del Boulevar de Clichy, en el célebre barrio de Montmartre, donde en la época no faltaban nunca espectáculos, artistas, noctámbulos y entretenimiento. Tras el Cabaret du Néant, no tardaron en aparecer, en la acera opuesta de la misma calle y el uno junto al otro, L’Enfer Cabaret y el Cabaret du Ciel. Seguramente nunca el cielo y el infierno estuvieron tan cerca.

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L’Enfer Cabaret estaba especializado en shows fantasmagóricos y demoníacos, mientras que el Cabaret du Néant estaba dedicado a la muerte, tal y como mostraba su decoración con calaveras, estatuas siniestras y ataudes que eran usados como mesas. Durante los espectáculos se usaban efectos especiales para simular apariciones de fantasmas, transformaciones y otros acontecimientos que junto con el ambiente tétrico, debieron crear una imagen bastante inquietante en la mente de los espectadores. Al menos, eso es lo que cabe pensar si se tienen en cuenta las numerosas leyendas urbanas que se generaron entorno a estos curiosos locales.

  Cabaret Le ciel et l'enfer Paris

 Según parece los cabarets de L’Enfer y Le Ciel fueron demolidos alrededor de 1954, después de la Segunda Guerra Mundial. El Cabaret du Néant no duró mucho más. ¡Una lástima!

Supongo que no soy la única  a la que le hubiera gustado poder visitar estos lugares para tomar una copa. Por suerte, siempre queda la posibilidad de viajar en el tiempo para vivirlo a través de los ojos de otros. William Chambers Morrow describió con detalle estos cabarets en 1899, en el libro Bohemian Paris of to-day. Si os interesa, está disponible para leer online o para descargar en epub, pdf y otros formatos en The Internet Archive.

 

Fuentes: Voyages extraordinaires, Tejiendo el mundo

Mercenaria de las palabras. Amante de los viajes en tren, el café recién hecho y la pizza del día anterior. Estudié Historia y después de trabajar durante un buen tiempo en el sector editorial, mi fascinación por las nuevas tecnologías y ese monstruo al que llamamos internet, me condujeron al mundo online. Desde entonces me dedico al marketing digital. Soy redactora freelance, SEO y especialista en contenidos. Puse en marcha esta web.

Esta entrada tiene 4 comentarios

  1. Son sitios muy chulos. Yo sin ser gótico ni nada de eso, también me atrae ese tipo de arquitectura, aunque yo tiro más por la colonial holandesa, inglesa y alemana, de casas tenebrosas con tejados picudos de buhardilla.

    Pero por otro lado, también me imagino que un sitio así, si lo vemos en la calle o no nos interesaría o bien nos entraría una risa ridícula de no te menees. Porque yo creo que la magia de ese sitio está en las fotografías antiguas en blanco y negro. Más en el ambiente, en la mirada de los comensales que nos observan desde allí…no puedo dejar de pensar que esos tipos que me miran están criando malvas. Un saludo!

    1. Supongo que sí, que probablemente un sitio así hoy en día nos parecería una atracción de feria… pero no creo que por ello dejase de tener cierto encanto. ¡Y esas fotos antiguas son siempre una fuente de inspiración!

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